Domingo 25 de abril, rondaban las cinco y media de la tarde y los termómetros de la zona marcaban alrededor de los 27º.
El calor sofocante invitaba a retroceder el paso y volver a casa de inmediato, pero el de ayer no era un domingo cualquiera… La Gran Vía, una de las calles más emblemáticas de la capital, cumplía cien años de vida, y que mejor manera de celebrarlo que organizando un concierto por todo lo alto, para madrileños y forasteros que se animasen a asistir.
La pereza y el sueño a esas horas hacían mella en mí, pero por suerte no me lo pensé demasiado, ya que de lo contrario no hubiera podido contaros lo increíblemente bien que me lo pasé.
Acudí con algo de curiosidad y por supuesto alegría, al tratarse de un acontecimiento histórico que solo “unos pocos” tendríamos la suerte de poder compartir.
La calle cortada al tráfico y la gente, atónita ante la estampa que se sucedía ante sus ojos, no dudaban en sacar sus cámaras para inmortalizar el momento. “La Gran Vía sin coches, cuando nos veremos en otra”, se repetían una y otra vez curiosos y entusiasmados los allí presentes…
La combinación de "pase gratis" y un cartel que incluía a El Sueño de Morfeo, Álex Ubago, Nek, Sharon Corr y Georgina, dio como resultado una legión de adolescentes (y no tanto) entregadas, que parecían inmunes al sol veraniego que acompañó el evento hasta bien entrada la tarde.
El “cumpleaños feliz” entonado por todos los allí presentes puso punto y final a cuatro horas de celebración, convirtiendo este acto, en el mas multitudinario de todos los ofrecidos por el Ayuntamiento de Madrid, para conmemorar el centenario de Gran Vía.
Sin duda, una experiencia maravillosa, que consiguió alegrar la tarde de domingo a todo aquel que, tan acertadamente, decidió acercarse.
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